Varias emblemáticas rutas senderistas que conducen a la cima del monte volcánico Ontake de Japón reabrieron este pasado fin de semana, nueve años después de una fatídica erupción volcánica que causó la muerte de cerca de 60 escaladores.
Entre los caminos reabiertos entre el sábado y el domingo se encuentra la ruta de la cresta Hacchodarumi, que conecta el pico Otaki, de 2.936 metros, con la cima del volcán de 3.067 metros, el pico Kengamine, senda donde perecieron muchos de los 58 fallecidos en el desastre de 2014, que dejó además cinco desaparecidos más.
Las autoridades de la localidad de Otaki, situada a los pies del volcán y partida de esas rutas, decidieron reabrirlas tras determinar que se han tomado las medidas de seguridad necesarias para proteger a los escaladores de los depósitos de ceniza en caso de una potencial erupción.
Entre las medidas que se han adoptado está la construcción de dos refugios de evacuación cerca de la mencionada cresta.
Algunos medios locales desplegaron cámaras aéreas por la zona para captar a los primeros escaladores en usar las rutas, cuyos vídeos podían visionarse este lunes en diferentes ediciones digitales.
Está programada que la temporada de escalada en el monte Ontake se prolongue hasta la tarde del próximo 11 de octubre.
El acceso al pico Kengamine desde la localidad de Kiso se autorizó en 2018, cuatro años después de la erupción, y las imágenes de escaladores con casco para evitar el impacto de rocas.
Se mantienen aún restricciones de acceso en algunos caminos.
La escalada del monte Ontake desde Otaki es muy popular porque se puede llegar a la cumbre en menos de tres horas desde el estacionamiento de la séptima estación de la montaña.
Algunas asociaciones locales como Yamabiko no kai, conformada en buena parte por supervivientes de la mencionada erupción, han expresado preocupación ante una gran erupción como aquella, señalando que dar refugio a un elevado número de senderistas en las instalaciones actuales sería complejo, señalaron al diario Asahi. EFE